Rosa sempervirens L.


Rosaceae

La familia de las Rosaceae, representada en la flora europea por una gran diversidad de formas, incluye cerca de 2000 especies distribuidas preferentemente en las regiones templadas del hemisferio boreal, pero se extienden desde la costa pacífica de América hasta el hemisferio austral. Comprende plantas leñosas y herbáceas con aparato vegetativo provisto de hojas esparcidas con estípulas, y flores pentámeras, cíclicas o espirocíclicas, con 5 (4) sépalos, 5 (4-7) pétalos, 5 (n) estambres, n carpelos formando un ovario semiínfero, pero algunas veces ínfero o súpero. 

La fórmula floral, en general, puede ser así:

* K 5, C 5, A 5- muchos G 1, 5, muchos

La notable diferencia existente en el interior de la familia, respecto a la morfología floral, ha llevado a la división en subfamilias (o secciones). Las Spiraeoideae están caracterizadas por poseer un receptáculo casi plano y un gineceo formado por carpelos, cada uno con 2 ó más óvulos, en número de 5, libres entre si, que cuando maduran dan origen cada uno a un folículo. En las Rosoideae los carpelos, de 1 a muchos, llevan cada uno 1-2 óvulos, se sostienen por un tálamo plano o cóncavo. El fruto es de varios tipos: una mora, formada por la agregación de pequeñas drupas, la zarzamora (Rubus ulmifolius) y el frambueso (Rubus idaeus); un cinorrodon, cuando numerosas núculas se acoplan en el tálamo dispuesto en copa (Rosa); el receptáculo convexo, cónico y carnoso que lleva las núculas en las superficie, como en las fresas (Fragaria vesca). En las Pomoideae los carpelos, contenidos en un tálamo hueco y soldado, en número de 2-5 contienen de 1 a muchos óvulos. El fruto es un pomo, cuya parte carnosa está formada por el receptáculo envolvente, como en el manzano (Malus domestica). En las Prunoideae está presente generalmente un único carpelo y el fruto está representado por una drupa, que puede ser carnosa como la del melocotón (Prunus persica) o membranácea como la de la almendra (Prunus dulcis). La fecundación se da por entomogamia.

La importancia económica de las Rosaceae es enorme. Basta pensar que buena parte de la fruta que consumimos habitualmente en la región mediterránea proviene de especies que pertenecen a esta familia, que, por esto mismo, están muy cultivadas. Entre las especies más extendidas recordamos el manzano (Malus domestica), el peral (Pyrus communis), el membrillero (Cydonia oblonga), el serbal (Sorbus domestica), el níspero de Japón (Eryobotrya japonica), el níspero común (Mespilus germanica), el acerolo (Crataegus azarolus), el melocotonero (Prunus persica), el almendro (P. dulcis), el albaricoquero (P. armeniaca), el ciruelo (P. domestica), el cerezo (P. avium), el endrino (Prunus spinosa), la fresa (Fragaria vesca), la zarzamora (Rubus ulmifolius), el frambueso (Rubus idaeus). Algunas rosáceas están bastante extendidas como plantas ornamentales sobre todo las numerosísimas variedades del género Rosa, también el majuelo (Crataegus monogyna), el espino de fuego (Pyracantha coccinea), el laurel-cerezo (Prunus laurocerasus).

Como flora autóctona en la región mediterránea las Rosaceae tienden a ocupar varios tipos de ambientes, en los bosques mesófilos (Aremonia agrimonioides), en los termófilos (Rosa sempervirens), en los ambientes xéricos como la garriga litoral (Sarcopoterium spinosum), en los prados húmedos montanos (Potentilla erecta), en los prados áridos (Potentilla calabra), en los márgenes de bosques (Prunus spinosa), en los campos cultivados de cereales (Aphanes arvensis).

   Página inicial       Dicotyledonae       Monocotyledonae       Índice general