Citrus limon (L.) Burm. f.

Rutaceae

Las Rutaceae comprenden numerosas especies (cerca de 1600) en gran parte leñosas, caracterizadas por la presencia de glándulas odoríferas que contienen esencias fuertemente aromáticas. El aparato vegetativo presenta hojas alternas y opuestas, sin estípulas. Las flores, hermafroditas, actinomorfas o, muy pocas veces, débilmente zigomorfas, tienen un pedúnculo alargado en un disco, son de tipo pentámero o tetrámero, con cáliz dialisépalo, corola dialipétala, androceo formado por 2 verticilos de 4-5 estambres (en Citrus soldados lateralmente por 1 filamento y dispuestos en varios grupos), gineceo con 5 carpelos (raramente 4 ó más), concrescentes en un ovario súpero con 5-10 lóculos.

La fórmula floral más corriente es:

K 4-5, C 4-5, A 4+4 ó 5+5, G (5)

El fruto casi siempre es una baya, pero puede ser también una drupa o una cápsula. El género Citrus, el más importante, tiene como fruto una baya especial llamada hesperidio, con endocarpo subdividido en lóculos (los llamados gajos), en los cuales se encuentran unas células rellenas de jugo ácido que forman la pulpa del fruto.

La familia de las Rutaceae es muy importante desde el punto de vista económico. El género Citrus comprende, de hecho, numerosas especies cultivadas desde tiempos inmemoriales por sus frutos comestibles, denominados en conjunto cítricos. Entre las especies más conocidas están el naranjo amargo (Citrus aurantium), el naranjo dulce (C. sinensis), el pomelo (C. maxima), el toronjo (C. paradisi), el limonero (C. limon), el mandarino (C. reticulata), el cidro (C. medica), la bergamota (C. bergamia). Los cítricos constituyen una fruticultura muy difundida en Sicilia y, en menor medida, en el sur de Italia.

Las Rutaceae espontáneas en nuestra región se reducen a pocas especies herbáceas o subfruticosas fundamentalmente del género Ruta, como por ejemplo, R. chalepensis, que se encuentra en ambientes bastante áridos.